Los próximos 1 y 2 de marzo Valladolid volverá a albergar una nueva edición de FINE #Winetourismexpo.

Será la cuarta, y de nuevo contará con la presencia del Patronato de Turismo Costa Brava, que traerá a la Feria el portfolio de actividades alrededor del vino de una región que apostó hace años, y con grandes resultados, por el enoturismo.

Según los datos de Prodeca, la DO del Empordà cuenta con hasta 53 bodegas y 287 viticultores, que no solo comercializan sus caldos: cuenta con una variada oferta de actividades enoturísticas, como paseos en bicicleta por los viñedos, caminatas en la naturaleza y visitas a bodegas históricas. También hay numerosos festivales y eventos enoturísticos que se celebran en la región.

La Costa Brava cuenta con una larga historia en el mundo de la producción de vino, con un clima privilegiado y suelos fértiles que permiten la producción de vinos excepcionales. Sus vinos se han convertido en una de las principales atracciones turísticas de la zona, y cada vez son más los visitantes que eligen esta región para disfrutar de su enoturismo.

2.500 años de historia

La DO Empordà, y con ella toda la región de la Costa Brava, cuenta con un amplio bagaje alrededor del vino: no en vano, a lo largo de las últimas décadas se han encontrado restos de prensas y ánforas con una antigüedad cercana a los 2.500 años.

Estos descubrimientos refrendan el comercio vinícola que había en la región y que ponía en contacto con otras zonas del Mediterráneo.

La ruta del vino

Aunque, como decimos, cuenta con una amplia oferta enoturística -que tendremos oportunidad de ver en FINE-, si hay una actividad que destaca por encima de todas es la Ruta del vino, la propuesta que desde el Patronato hacen a los visitantes para que puedan disfrutar de toda la experiencia alrededor de los blancos, tintos y rosados que se elaboran en la zona.

“La Ruta del Vino DO Empordà te permitirá adentrarte en una tradición muy arraigada en esta tierra, que se remonta a los tiempos de los romanos” se puede leer en la web oficial, antes de presentar propuestas como las visitas a 28 de las bodegas con las que cuenta la DO Empordà (desde Castillo Peralada hasta Terra Remota, pasando por Mas Vida o Celler Viníric) o las visitas a los dos museos relacionados con el vino: el Conjunto Monumental de Sant Pere de Rodes y Gran Recosind.

Tratamientos de vinoterapia, servicios de cata o propuestas de maridaje en los distintos restaurantes de la zona son otras opciones con las que puede encontrarse el turista a lo largo de las más de 1.700 hectáreas de la DO.

El Vívid

La Costa Brava cuenta con su propio Festival alrededor del vino y la oferta enoturística, Vívid. Cada año -y ya van veinte ediciones-, a lo largo del mes de abril, la Costa Brava se convierte en un hervidero de actividades -hasta setenta propuestas distintas- para los turistas: desde desayunos entre las viñas hasta catas de vino en lugares singulares, pasando por maridajes o planta de viñas

En resumen, el enoturismo en La Costa Brava es una excelente manera de disfrutar de la rica historia y la belleza de la región, así como de sus deliciosos vinos. En apenas unas semanas podremos escuchar toda la oferta en directo, en una nueva edición de FINE #Winetourismexpo