‘Córdoba patrimonio gastronómico’ estará los días 1 y 2 de marzo en FINE 2023

Los expositores de FINE 2023 cuentan los días, e incluso horas para presentar su propuesta gastronómica al mundo. No solo las bodegas quieren dar a conocer su producto a través del enoturismo, miles de agencias han visto en las visitas a los viñedos un filón para dar a conocer otros lados de su cultura. Y uno de esos sitios que quieren dar a conocerse a través del vino es Córdoba.

Todo el mundo conoce enormes virtudes sobre Córdoba: su gigantesca mezquita o la fama de sus patios son de renombre mundial. En cambio, algunas de las bondades del enoturismo son absolutas desconocidas, ya que han quedado a la sombra de estas maravillas. Las catas, denominaciones de origen de calidad y otras muchas actividades también tienen cabida en la provincia andaluza.

La DO Montilla tiene como pilar fundamental la uva Pedro Ximénez

La DO Montilla es una denominación basada en la uva Pedro Ximénez, una uva blanca de piel fina y pulpa jugosa, cultivada principalmente en la provincia de Córdoba y representa más del 95% del cultivo de vid en la región de Montilla Moriles. De ahí la importancia que tiene este tipo de uva, la cuál es utilizada para elaborar vinos de diferentes tipos como Pedro Ximénez, vinos blancos, amontillados, olorosos, y generosos.

La vendimia en Montilla Moriles comienza en agosto y requiere una graduación mínima de azúcares de 13,5 grados Baume. La vinificación comienza con la fermentación del mosto hasta alcanzar una graduación alcohólica elevada con la ayuda de levaduras autóctonas. Además de Pedro Ximénez, otras variedades autorizadas en Montilla-Moriles son Layren, Baladí, Verdejo, Moscatel de grano menudo, Moscatel de Alejandría, Torrontés, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Macabeo.

Para ir a las raíces de esta denominación de origen, es necesario saber en qué tipos de suelo se producen. Las albarizas, que son terrenos blancos ricos en carbonato cálcico y pobres en materia orgánica, considerados los mejores para los vinos generosos y de licor de la zona. Las arenas rojas son suelos fuertemente rojizos con un horizonte blanco rico en caliza que predominan en la parte occidental de la zona. Los bujeos o suelos vertisoles se desarrollan en margas del Mioceno con pendientes entre 2-16% y pueden tener factores limitantes para el cultivo del viñedo. Por último, la zona Sierra de Montilla es formada por terrenos procedentes del Cretáceo altamente calizos y los Altos de Moriles son suelos altamente calizos formados sobre la tosca hojaldrada del Oligoceno superior.

No hay mejor forma de acompañar al vino de Córdoba, que con la gastronomía de Córdoba

El vino de estas tierras junto a su comida es la unión perfecta para poder saborear cada detalle de las diversas experiencias que te ofrece la ciudad y provincia. Las principales actividades a destacar, son tres, en las que hay un denominador común: la cata. El elemento que se modifica es el dónde. Las tabernas, patios e, incluso, un palacio espera a cientos de enoturistas en esta parte de Andalucía.

La experiencia de “catas en la taberna” tiene como sede la Sociedad de Plateros. Esta taberna tiene “solera” en la sociedad cordobesa (nunca mejor dicho). Los aceites cordobeses, vermú casero y un vino, criado en una excepcional bodeguita-joya, guarda un producto que es considerado un diamante en bruto.

Si las tabernas son de obligada visita, qué decir de los patios de Córdoba: un Bien Inmaterial de la UNESCO en 2012. El Patio de María abre sus puertas a todo enoturista viviente para poder degustar los aromas de aceito, aparte de vinos y platos con tradición cordobesa. En el caso de mal tiempo, se puede pasar a un coqueto salón para realizar la misma actividad, pero sin los inconvenientes de la lluvia y demás.

De las tabernas y patios a los ‘palacios’ y ‘murallas’. Las catas en el palacio, más bien en el hotel-boutique Hospes Palacio del Baíllo es el lugar idóneo para una experiencia inolvidable. El chef del restaurante Arquebina, Javi Moreno, ha diseñado 5 platos en los que siempre está presente su inspiración asiática y que armonizan perfectamente con cinco vinos de la DOP Montilla-Moriles. Es sin duda la cata más sofisticada de Córdoba por el marco histórico, el menú, los vinos y el impecable servicio.

Para los apasionados del vino y el aceite, también hay una respuesta para sus preguntas. Córdoba es cuna del aceite de oliva virgen extra, por lo que no hay un escenario mejor para la combinación de dos productos con tanta tradición.

Un menú temático, que es una experiencia óleo-gastronómica, con el único fin de que el enoturista sea capaz de conocer los perfiles de las variedades que se unen armónicamente con los platos bajo la eterna mirada de la muralla romana de 2000 años de antigüedad. Las experiencias que tiene al alcance Córdoba es una oportunidad única de conocer una región preciosa de España, aparte de sus encantos culturales que la hacen de visita obligada.