Bodegas Olarra, más de cincuenta años de vino y enoturismo estarán en FINE 2023

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La Rioja es sinónimo de vino, de maridaje, de experiencias turísticas alrededor de vides y viñedos. A lo largo de los últimos siglos se ha demostrado como una de las zonas de más relevancia, tanto nacional como internacional, en el siempre creciente mundo del vino.

Dentro de la región, Bodegas Olarra juega un papel clave en la evolución de la zona. Con más de 50 años de experiencia, Bodegas Olarra destaca por su selección cuidadosa de materia prima, su enfoque en métodos de elaboración tradicionales y su evolución constante para adaptarse a los gustos contemporáneos. En esta IV Edición de FINE, #WineTourismExpo, contaremos con su presencia los próximos 1 y 2 de marzo.

Las instalaciones están preparadas para la acogida de visitantes. // Fuente: Bodegas Olarra

Con una visión clásica y al mismo tiempo moderna, la familia Olarra -ya en la tercera generación-, escoge muy bien las uvas de sus vinos -viñedos propios o de familias cercanas con larga tradición vitivinícola-, así como las experiencias de los visitantes que se acercan a conocer la bodega. «El vino es para que lo disfruten las personas«, se puede leer en uno de sus documentos de presentación. «En ellas pensamos cuando lo elaboramos«.

En los últimos años, la sostenibilidad en el mundo del vino ha tomado un nuevo rumbo, centrándose en la protección del patrimonio vitícola, la cultura y el paisaje del vino, y fomentando el desarrollo de las zonas rurales. La diversidad, el control de la productividad y la responsabilidad en la elaboración de vinos que representen un territorio son aspectos clave para poner en valor aún más el mundo del vino, garantizar el futuro a los pequeños viticultores y continuar escribiendo la historia del Rioja.

Naturaleza, sencillez, y arquitectura como oferta turística

Diseñadas en 1973 por el arquitecto Juan Antonio Ridruejo, las Bodegas Olarra son un icono arquitectónico pensado por y para el vino, y el epicentro de la oferta enoturística de la enseña.

En el espacio, reconocido desde hace años como «La Catedral del vino» en clara referencia a sus formas, Ridruejo creó su propia interpretación de una catedral gótica de tres plantas con un crucero central, perfectamente adaptada para acoger un centro de elaboración de vino. Cada detalle, incluyendo las 111 cúpulas en la sala de barricas, ha sido pensado para optimizar las condiciones de crianza del vino y garantizar la temperatura adecuada sin necesidad de sistemas externos.

Los salones para disfrutar de los vinos son estupendos para reuniones sociales. // Fuente: Bodegas Olarra

A lo largo de los dos días en que se celebre FINE, #WineTourismExpo, los visitantes podrán conocer en detalle su oferta enoturística, que pasa por conocer en detalle el proceso de elaboración de los distintos vinos, así como todas las curiosidades que rodean a un mundo con tantas derivadas como es el del vino. «Y quizá, algún secreto también», se puede leer en la web de la Bodega.

En cada visita también habrá tiempo para hablar en detenimiento de «la singularidad y el porqué de su arquitectura», pudiendo disfrutar del juego de luces que se generan a través de las cúpulas, con el color del vino como principal protagonista.