Nueva Zelanda: fuera de Europa también existe el enoturismo

Los días 1 y 2 de marzo tendrá lugar FINE #WineTourismExpo #Marketplace en la Feria de Valladolid para que las touroperadores conozcan las oferta enoturísticas de los diferentes lugares nacionales e internacionales. El carácter internacional del enoturismo es tal que llega a los rincones del fin del mundo, literalmente. En las antípodas de nuestro país podemos encontrar un terreno como es el de Nueva Zelanda.

El eurocentrismo hace a los aficionados al vino olvidar que en otras regiones del mundo se puede tratar y cultivar la uva de una forma, como mínimo, con el mismo mimo que las bodegas de países como España, Francia o Italia. Los neozelandeses tienen la suerte de contar con unos paisajes con un clima ideal para poder disfrutar de unos viñedos.

Nueva Zelanda: País de enoturismo

Podría ser el lema de una campaña del ministerio de turismo del país oceánico. Y llevarían razón. Este tipo de turismo en Nueva Zelanda es el de mayor gasto promedio, gracias a la fama como destino enoturístico. Fama lograda a través de que dos de sus viñedos, el de Craggy Range y Rippon, se encuentran entre los 25 mejores viñedos del mundo, según la clasificación elaborada por World´s Best Vineyards.

Según uno de los más prestigiosos motores de búsqueda de viajes como es Bounce, realizó un estudio sobre cuáles son los mejores países del mundo para hacer enoturismo. Los cuatro primeros puestos estaban ocupados son los países que tiene todo el mundo en la cabeza y que puedes viajar, de uno a otro, andando si quieres: Italia, Portugal, España y Francia, en ese orden. Pero en el top5 se colaba Nueva Zelanda como único país no europeo en ese estatus.

La belleza y el vino reunidas en Hawke´s bay

Esta zona de la isla del Norte de todo el archipiélago que conforma Nueva Zelanda, produce una de cada cinco botellas de la uva neozelandesa. El ser el lugar más soleado del país es favorable para el cultivo de la vid, sobre todo para el desarrollo de las cepas de Burdeos. Y es que el clima no puede ser más perfecto: seco, soleado y con excelentes llanuras para producir largos cultivos de vid. De esta manera, la fruta queda madura y con alto contenido en alcohol.

Para los amantes del vino y del ciclismo (aunque suene paradójico, hay aficionados a las dos ruedas que les gusta practicar su deporte preferida por las rutas enoturísticas), esta parte del país es increíble. La tradición encuentra su lugar en este lugar recóndito del mundo debido a que en Hawke´s Bay está la bodega más antigua del país: Mission Estate.

Cuidar el producto a un precio económico

El visitante de las bodegas neozelandesas necesita de un producto lo suficientemente interesante para realizar un viaje transoceánico. Por ello que los fabricantes de vino neozelandés se esfuerzan en cuidar todos los detalles. O eso es al menos lo que afirman los trabajadores.

Luis Villar, empleado de una bodega que se encuentra en la ciudad de Blenheim, contaba en una entrevista al programa ‘Agropopular’ de la Cadena Cope lo “marcada” que está la cultura del vino en esa zona. Uno de los ejemplos que puso fue el trabajo de divulgación y promoción que realiza el sector con la red de bodegas.

Villar también comentó que la red de bodegas de Blenheim, población de 20.000 habitantes, se caracteriza por la enorme oferta de restaurantes y bodegas para hacer catas a un precio económico: “Desde cinco euros se pueden disfrutar de cinco o seis vinos de mucha calidad”. Sin embargo, el enoturismo de Nueva Zelanda destaca, según el trabajador español, porque “muchas bodegas diferencian la zona de producción de la de comercialización”.

La amplia oferta para practicar el enoturismo y el excelente vino del lugar colocan a Nueva Zelanda como un destino perfecto para descubrir la bebida de la zona. Estos dos aspectos más todo el buen trabajo que se realiza en las exportaciones, provocan que compitan muy bien, con los típicos países productores de vino. Sobre todo, en los mercados asiáticos.