A día de hoy 15 bodegas de las 32 que conforman Grandes Pagos de España, participan en el proyecto de turismo del vino. Fillaboa, Numanthia, Abadía Retuerta, Alonso del Yerro, Finca Valpiedra, Propiedad de Arínzano, Gramona, Mustiguillo, Enrique Mendoza, Calzadilla, Dehesa del Carrizal, Palacio de Quemado, Cortijo Los Aguilares, Alvear.
Estas bodegas ubicadas en diferentes puntos de España poseen su propio programa de enoturismo aprovechando sus singularidades, pero además algunas bodegas de Grandes Pagos de España se han unido para desarrollar una propuesta conjunta.
Las iniciativas pasan por compartir el patrimonio cultural y natural, todo su conocimiento y la magia de sus particulares viñedos. El visitante se podrá sumergir en un mundo de terroirs y sabores. Y lo hará de forma exclusiva y a través de actividades como recorridos en 4×4 o en BTT, almuerzos camperos y picnics en plena naturaleza, paseos a caballo, etc.
En todas ellas se podrá disfrutar de un recorrido singular y conocer los secretos de sus pagos, bodegas, historia y las personas que lo hacen posible, pero además en cada bodega anfitriona se dará la oportunidad de experimentar el Programa de catas Premium, que permite catar vinos del resto de bodegas de Grandes Pagos de España.
En la presentación del programa conjunto en Madrid, afirmaban, desde las bodegas enoturísticas de Grandes Pagos de España, que se ha diseñado una oferta única que pretende ser un referente del turismo en el país. Se trata de una experiencia diseñada para los enoturistas más exigentes que pone en valor la naturaleza, el terruño, la gastronomía local y donde se puede viajar a través del paladar a cada una de las bodegas desde la diversidad de sus vinos de una forma profesional y relajada al mismo tiempo.
Este viaje enológico se enmarca en una visita privilegiada a un entorno natural, ya que muchas de las fincas de Grandes Pagos se encuentran en zonas naturales especialmente protegidas lo que requiere una alianza indivisible con el territorio y la sostenibilidad.