El enoturista valora su experiencia en conjunto aunque realice varias actividades diferentes
En la modalidad turística del enoturismo intervienen varios sectores diferenciados que en conjunto pueden desarrollar una experiencia de calidad completa para los amantes de la cultura del vino.
Podemos identificar los proveedores, compuestos por aquellos susceptibles de ofertar una actividad enoturística interesante como pueden ser los viñedos, bodegas, territorios, entorno rural, promotores de ocio y conocimiento de la cultura y estilo regional, entidades de tematización (rutas del vino), alojamiento, restauración, etc. Por otro lado están las organizaciones de gestión, es decir comercializadoras que distribuyen al consumidor final una oferta conjunta de enoturismo, agencias de viajes, turoperadores, información y marketing, investigación y planificación, patrimonio y conservación, formación. Finalmente encontramos las personas demandantes o interesadas, enoturistas.
El turista del vino, como el resto de turistas, habitualmente valora su experiencia como una sola vivencia, desde la búsqueda y adquisición de su itinerario hasta el alojamiento y las actividades y visitas turísticas, por lo que se requiere que los actores de las diferentes categorías actúen en consonancia en toda la cadena de valor, información, medios de pago, señalización, atención, etc.
España goza de una buena percepción global de la práctica enoturística, según el análisis de ACEVIN de la demanda turística de Rutas del Vino de España (2017-2018) el 99,6% de los enoturistas recomiendan su experiencia, además de puntuar notablemente su satisfacción con un 8,47 sobre 10.
Las actividades más frecuentes que los enoturistas realizan en España son la visita a bodegas (86,8%) disfrutar de la gastronomía local (56,8%), cata o degustación de vinos (54,4%) la compra directa de vinos (52,5%), visita de los pueblos vitivinícolas (48,8%) y actividades culturales (28,9%).
Según el territorio podemos encontrar diversos atributos con los que atraer a los enoturistas, cada grupo deberá configurar un plan específico adecuándose a los datos sociodemográficos de los públicos, innovar e invertir para seguir creciendo.