Bodegas y Viñedos Pedro García, fundada en 1931, se sitúa en Colmenar de Oreja, un enclave con un rico legado vinícola recientemente declarado Conjunto Histórico Artístico por la Comunidad de Madrid.

Desde hace tres generaciones, esta bodega familiar ha sabido preservar la tradición artesanal en la elaboración de sus vinos, al tiempo que incorpora innovaciones tecnológicas. Un testimonio de su compromiso con la historia es la restauración de cuevas centenarias del siglo XVII, que forman parte esencial de su oferta enoturística.

Una experiencia enoturística que combina historia y vino

La propuesta enoturística de Bodegas y Viñedos Pedro García ofrece una inmersión completa en su historia y su filosofía de elaboración. Durante el recorrido estándar, los visitantes pueden conocer el proceso de producción del vino desde el viñedo hasta la copa, culminando con la degustación de dos vinos jóvenes con Denominación de Origen.

Para quienes buscan una experiencia más completa, la visita gourmet añade el recorrido por las cuevas subterráneas de la bodega, recientemente restauradas, que permiten descubrir la manera en que antiguamente se conservaba el vino en óptimas condiciones.

Además, se amplía la cata con un vino tinto crianza acompañado de un aperitivo típico de la región, lo que permite disfrutar de una experiencia sensorial completa que marida vino y gastronomía local.

Foto: Bodegas y Viñedos Pedro García

Una de las propuestas más singulares es la combinación de la visita a los viñedos con un paseo guiado por las cuevas centenarias. Este recorrido permite conectar con la historia del vino en Colmenar de Oreja mientras se descubren los rincones más emblemáticos de la bodega, con explicaciones sobre las variedades cultivadas y el papel fundamental que desempeñan las características del suelo y el clima en la personalidad de cada vino.

Todas las visitas se realizan en español y requieren reserva previa, asegurando un trato cercano y personalizado. La bodega también ofrece precios especiales para grupos numerosos, lo que la convierte en una opción ideal para visitas en familia, con amigos o eventos corporativos.

Elaboración propia y compromiso con la calidad

La filosofía de Bodegas y Viñedos Pedro García se basa en la convicción de que la calidad del vino nace en la tierra. La bodega cultiva más de 50 hectáreas de viñedos propios en Colmenar de Oreja, donde se trabajan variedades como malvar, airén, moscatel de grano menudo, sauvignon blanc, merlot, tempranillo, cabernet sauvignon y syrah. Este amplio abanico varietal permite la elaboración de vinos que reflejan la riqueza del terruño madrileño y la diversidad de su paisaje.

El cuidado del viñedo es una de sus prioridades. Las técnicas de cultivo están adaptadas a las condiciones climáticas y de altitud de la zona, garantizando la producción de uvas de excelente calidad. Este esmero en el campo se traslada a la bodega, donde las instalaciones combinan tradición y modernidad. La bodega antigua alberga grandes conos de fermentación que recuerdan la vinificación de antaño, mientras que la nave de elaboración está equipada con depósitos de acero inoxidable y maquinaria avanzada que garantizan un proceso eficiente y respetuoso con la materia prima. La sala de barricas y la zona de reposo de botellas ofrecen un ambiente controlado en el que los vinos evolucionan hasta alcanzar su punto óptimo.

Foto: Bodegas y Viñedos Pedro García

Presencia en FINE #WineTourism Marketplace

Bodegas y Viñedos Pedro García estará presente en FINE #WineTourism Marketplace los días 5 y 6 de marzo de 2025, donde presentará su oferta enoturística a profesionales y amantes del vino. Durante el evento, los asistentes podrán conocer de primera mano las experiencias que ofrece la bodega, descubrir la historia que hay detrás de cada botella y explorar el impacto del enoturismo en la Comunidad de Madrid.

Este encuentro representa una oportunidad clave para consolidar su presencia en el sector, conectar con expertos en enoturismo y mostrar cómo sus visitas combinan historia, tradición y calidad. En un contexto en el que el turismo del vino está en auge, la bodega refuerza su apuesta por un modelo de visita que no solo invita a la degustación, sino que transporta a los visitantes a través del tiempo y la cultura vinícola de Colmenar de Oreja.