Portugal nació en la región Porto y Norte, en la que los portugueses se convirtieron en un pueblo y en una nación en el siglo XII.

Porto es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, es la puerta de entrada y el punto de partida de un viaje por la diversidad natural y cultural de la región. Se la conoce por sus vinos demarcados de Porto y Douro exportados a todo el mundo, pero también por un patrimonio que sabe combinar antigüedad de iglesias y monumentos, como la Catedral o la Iglesia de San Francisco, con la contemporaneidad de destacados edificios como la Casa de la Música o el Museo de Serralves. Y también por la Escuela de Arquitectura, de la que salieron los nombres de Álvaro Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura, ambos premios Pritzker. Encontramos una estética portuguesa conservada en ciudades como Viana do Castelo, Braga, Lamego, Chaves o Vila Real, o en casas solariegas y señoriales.

El río Duero atraviesa la región moldeando un paisaje patrimonial de barrancos y montañas, en esta zona de parques naturales, la arquitectura se reparte entre castillos, como el de Guimaraes, o santuarios e iglesias que en verano son escenario de romerías. Al lado de ermitas rurales encontramos el barroco del Norte de Portugal, realizado en granito y talla dorada. Se puede disfrutar de estos paisajes también a través de diferentes deportes, destacan el ciclismo, el senderismo o las actividades acuáticas como el kayak, la vela o el buceo y en el aire se pueden contemplar grandes vistas realizando parapente.