Más de ocho siglos de historia y un vasto patrimonio natural convierten a esta ciudad portuguesa en un enclave excepcional. Según la sabiduría popular, fue en esta ciudad donde D. Sancho I habría suspirado de amor por las vistas a la ribera. Pero además de su indudable valor histórico y natural, la comarca ofrece itinerarios temáticos de sorprendente riqueza patrimonial y cultural.