La Mancomunidad Raíces de Castilla se creó en 1998 para agrupar los municipios de Oña, Poza de la Sal y Frías, tres territorios de gran interés turístico que comparten señas de identidad propias como el entorno natural, el patrimonio cultural y el entramado medieval de sus cascos urbanos. Castillos, murallas, iglesias, monasterios y salinas forman parte de un gran legado medieval; esto, unido a las siete rutas de senderismo que ofrece la comarca, hacen de Oña, Poza de la Sal y Frías unos destinos obligatorios para el viajero.