Extremadura es un destino idílico para reencontrarse con la naturaleza. Su dehesa constituye uno de los ecosistemas mejor conservados de Europa. El Parque Nacional de Monfragüe, el Melandro del Melero o la Garganta de los Infiernos son algunos de los espectaculares destinos naturales que ofrece esta comunidad, sin dejar de lado su casco urbano en municipios como Mérida, Cáceres o Plasencia.