El municipio de Guarda está situado en una de las laderas de la Sierra da Estrela, es la ciudad portuguesa situada a mayor nivel de altitud, a 1056 metros. Este hecho siempre ha provocado que fuese una plaza de guerra por la naturaleza desde la prehistoria, idónea para el asentamiento de las poblaciones castrenses y más tarde de los romanos.
La modernización de las vías de comunicación y la reconstrucción de infraestructuras ayudaron a resolver el problema de aislamiento que amenazaba a esta región y abrir las puertas al progreso y al desarrollo.
El municipio de Guarda destaca por el aire ligero, natural y la saludable que recorre sus calles medievales de granito. El tono oscuro de esta piedra envuelve el monumento principal de la localidad, la Sé Catedral muy imponente por su altura y aspecto de fortaleza, de decoración gótica. La plaza alberga la actividad central de la ciudad y parten las calles estrechas de palacios de granito y casas antiguas con ventanas con gárgolas en los aleros. Todo el centro histórico está protegido por murallas, puertas y torres casi intactas. Otros monumentos que son imprescindibles son la Iglesia de la Misericordia, de interior barroco, la Iglesia de San Vicente y la Capilla de nuestra Señora de Mileu, de estilo románico.
Se pueden visitar también el Museo de Guarda y la judería que conserva símbolos grabados en la piedra y arquitectura original.