Centro de una rica huerta, Calatayud es una ciudad llena de dinamismo que hunde sus raíces en un cruce cultural. Fruto de la larga presencia de los musulmanes en la ciudad, muestra orgullosa sus huellas mudéjares, Patrimonio de la Humanidad: la torre, el ábside y el claustro de la magnífica Colegiata de Santa María; la iglesia y torre de San Pedro de los Francos; o la iglesia y torre de San Andrés. La antigua judería fue una de las más populosas de la península con sus calles intrincadas e historias por descubrir.