Feria de Valladolid
FINE afronta para su tercera edición el reto de ampliar la participación internacional FINE afronta para su tercera edición el reto de ampliar la participación internacional

FINE, la Feria Internacional de Enoturismo, celebró los días 9 y 10 de junio una edición especial, que marcó el inicio de la nueva temporada tras la pandemia, caracterizada por un incremento de la oferta expositiva y una agenda de trabajo de más de 2.000 entrevistas concertadas previamente entre el centenar de bodegas, hoteles y territorios asistentes y los compradores procedentes de 16 países. Esto supone un incremento del 42 por ciento respecto a la primera convocatoria del certamen.

Los compradores coinciden en destacar las buenas perspectivas de negocio que se generan en FINE, el primer encuentro presencial tras la pandemia, y subrayan que el descubrimiento de nuevos contactos se traducirá en experiencias para sus clientes. “FINE es una oportunidad única para que los profesionales encontremos novedades”, aseguran.

“El reto para la tercera edición es aumentar la presencia de países referentes en enoturismo como Francia e Italia porque una oferta más diversa es fundamental para suscitar el interés de los compradores internacionales especializados y, de este modo, consolidar FINE como plataforma de negocio para bodegas y territorios”, ha explicado el director de la Feria de Valladolid, Alberto Alonso.

Por otra parte, los expertos que han participado en las jornadas técnicas de FINE han coincidido en augurar un crecimiento exponencial del enoturismo en los próximos cinco años, motivado en buena parte por la calidad de la oferta. Asimismo, han señalado que la pandemia y la imposibilidad realizar grandes viajes ha “descubierto el interior del país, la oferta de proximidad y las bodegas y las experiencias enoturísticas son cada vez más demandas”.

Ante esa perspectiva de crecimiento han animado a bodegas y territorios a “sumarse a esta línea de negocio y conseguir que la Península Ibérica en su conjunto se posicione como el primer destino enoturístico de Europa”.

La importancia de conocer el comportamiento de los consumidores y sus opiniones han sido ideas recurrentes en las intervenciones de diferentes ponentes, que han hablado tanto de las herramientas empleadas para ello como de los intereses que mueven a los diferentes grupos de edad, desde “millenialls” hasta “boomers” y las generaciones X y Z.

Experimentar, desarrollar nuevas ideas y atreverse ha sido el consejo lanzado por Eduardo Gonzáles, cofundador y director creativo de Sublimotion Ibiza, así como la idea de colaboración entre todos los agentes del territorio enoturístico “porque el viajero busca experiencias completas”.

Las jornadas comenzaron con la intervención de Juan Luis Nicolau, catedrático de Marketing en la universidad de Virginia Tech, quien habló de “la necesidad que tienen las bodegas de conocer qué es lo que espera el cliente que las visita y dirigir sus propuestas al cliente adecuado. A la hora de lanzar actividades enoturísticas tiene que saber a qué tipo de consumidor se va a dirigir. Ahora existen instrumentos para saber cuál es la mejor decisión para cada bodega”.

A continuación, la CEO de Enolytics y el presidente de Viniportugal, Cathy Huyghe y Frederico Falcao, pusieron sobre la mesa cuestiones como el reto de encontrar el perfil demográfico de los clientes y qué soluciones emplear para la promoción.

“Hay más datos que nunca y son accesibles y analizables. Las palabras clave son agregar y analizar”, afirmó Huyghe, quien señaló también que Italia y Francia son los países que mejor están aplicando este modelo, algo que ahora no ocurre en España y Portugal.

“El big data puede hacer que el enoturismo sea personal e íntimo. O seguimos la senda digital o los clientes nos abandonarán. No tienes que llegar a todo el mundo, solo a las personas adecuadas”, afirmó.

Falcao, por su parte, mencionó que el enoturismo en Portugal vive una fase de gran crecimiento, cada vez son más las bodegas que incorporan proyectos de desarrollo y es preciso trabajar en la promoción internacional, tal y como se ha hecho en materia de comercialización del vino.

En la misma línea, la subdirectora general de Marketing Exterior de Turespaña, Blanca Pérez-Sauquillo, indicó que en la actualidad “hay en marcha muchos estudios sobre enoturismo que analizan las motivaciones que mueven al viajero a elegir enoturismo frente a otras opciones. El que está llevando a cabo Turespaña aborda aspectos como el análisis de redes sociales para conocer el comportamiento y las opiniones de los consumidores”.

Brigitte Bloch, vicepresidenta del Consejo Superior de Enoturismo de Atout France, explicó que en Francia “el enoturismo ya ha llegado a los millenials, un grupo al que no le interesa el proceso de elaboración del vino ni visitar un edificio, entienden el enoturismo como disfrutar de un buen vino en un paisaje atractivo”.

Roberta Garibaldi, presidenta de la Asociación Italiana de Turismo Enogastronómico, aportó datos del país italiano sobre las motivaciones de los viajes de fin de semana, y la oferta enogastronómica es el origen del 71 por ciento, un 12 por ciento más que hace dos años.

El presidente de la Ruta del Vino y el Brandy de Jerez, César Saldaña, hizo hincapié en la importancia de “hacer vendibles” los recursos enoturísticos, “hay que aprovecharlos y transformarlos para poder venderlos” y citó varios ejemplos como festivales y pruebas deportivas.

Además, en las jornadas se explicaron detalles de las experiencias concretas desarrolladas por las bodegas Pago de Carraovejas, Familia Fernández Rivera y Raventós Codorníu, en concreto en su bodega Artesa del Valle de Napa.

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