Menorca estará presente en Shooting Locations Market 2025 con una propuesta que trasciende lo paisajístico. La isla balear vuelve a la Feria consolidada como un enclave estratégico para rodajes nacionales e internacionales, gracias a una combinación poco frecuente de condiciones logísticas, diversidad de escenarios, luz natural excepcional y apoyo institucional. No es casualidad que producciones como Favàritx, la película Faro o El Padre de Todos Nosotros —que prevé estrenarse en la próxima Seminci— hayan encontrado en Menorca algo más que un telón de fondo: un aliado narrativo.

Un plató condensado en 700 km²

Menorca es un territorio compacto, pero extraordinariamente variado. En menos de una hora es posible pasar de una cala virgen del sur a un faro suspendido sobre acantilados, o de un barranco frondoso a una fortaleza militar. Las localizaciones abarcan desde paisajes costeros con playas de arena blanca o roca volcánica hasta entornos arqueológicos únicos como las taulas, pasando por puertos naturales, canteras reconvertidas, villas rurales, palacetes urbanos o ciudades con siglos de historia. Esta condensación de escenarios —unida a la accesibilidad entre ellos— permite planificar rodajes complejos con eficiencia máxima.

Además, la luz menorquina es uno de sus activos más valorados por directores de fotografía. Con más de 2.700 horas de sol al año y una atmósfera limpia que amplifica los matices cromáticos, la isla ofrece condiciones óptimas para grabar exteriores durante todo el año. La temperatura media, que oscila entre los 18 y los 30 grados, facilita también la logística de los equipos técnicos y artísticos.

Apoyo institucional, incentivos y sostenibilidad

El impulso a las producciones audiovisuales en Menorca no es casual, sino fruto de una estrategia sostenida por parte de la Fundació Foment del Turisme y su herramienta clave: la Menorca Film Commission. Este servicio público y gratuito ofrece asesoramiento a productoras y profesionales, actúa como interlocutor ante administraciones locales y facilita el acceso a localizaciones protegidas, incluyendo espacios dentro de la Red Natura 2000.

Más allá del acompañamiento institucional, Menorca ha activado un programa específico de patrocinios para proyectos audiovisuales —largometrajes, series, documentales o cortos— que contribuyan a la proyección de la isla como destino turístico y plató cinematográfico. El plan, dotado con 210.000 euros en 2025, prioriza aquellas propuestas que rueden un mínimo del 25 % de su metraje en la isla y que aseguren su estreno antes de finales de 2027. También se valoran la experiencia previa de la productora, su red de distribución, la sostenibilidad del rodaje y la presencia de talento reconocido.

Este enfoque ha atraído proyectos que no solo encajan en Menorca desde lo visual, sino que entienden su valor añadido territorial. «Rodar aquí te permite sumar capas al relato sin tener que desplazarte cientos de kilómetros. La isla es versátil, compacta y muy receptiva a las necesidades del sector», explica uno de los responsables del último rodaje en Cala Morell.

El compromiso medioambiental también forma parte de la propuesta. Como Reserva de Biosfera desde 1993 (y Reserva Marina desde 2019), Menorca exige criterios de rodaje responsable, minimización del impacto, reutilización de materiales y control sobre residuos, emisiones y consumo energético. La guía de rodajes sostenibles publicada por la Film Commission sirve como marco de referencia para todas las producciones que trabajan en la isla.

Una marca audiovisual en expansión

La apuesta de Menorca por el sector audiovisual no se limita a ofrecer espacios de rodaje, sino que busca posicionar la isla como un nodo activo en el ecosistema creativo europeo. Además de atraer proyectos, se trabaja en la formación de talento local, en la profesionalización de proveedores de servicios y en el desarrollo de una identidad propia como plató contemporáneo vinculado a valores como la sostenibilidad, la calidad de vida o la autenticidad.