Vilna no es solo la capital de Lituania: es el epicentro audiovisual del país, hogar de más del 90 % de los profesionales del sector y un ecosistema perfectamente preparado para acoger desde ambiciosas superproducciones hasta anuncios publicitarios.

En los últimos años, la ciudad ha consolidado su reputación internacional gracias a su versatilidad como plató, el alto nivel técnico de sus equipos, y un entorno institucional volcado en facilitar cada paso de una producción.

Estará presente en Shooting Locations Marketplace 2025, donde mostrará por qué es uno de los destinos más atractivos de Europa para rodar.

Una ciudad que se transforma para cada historia

Vilna tiene algo que pocas ciudades europeas pueden ofrecer: una enorme variedad de escenarios cinematográficos concentrados en un espacio compacto y fácilmente accesible.

Desde el empedrado medieval de su casco antiguo hasta estructuras modernistas socialistas, palacios, rascacielos y antiguas cárceles adaptadas al rodaje, la capital lituana puede convertirse con la misma naturalidad en el Hamburgo de la Segunda Guerra Mundial, el siglo XVIII más aristocrático o un futuro distópico.

Lo demuestra su historial reciente: en 2024, se rodaron 36 películas y series en sus espacios públicos, con 420 días de filmación acumulados. Producciones como Truth and Treason o Star City (de Apple TV y Sony Pictures) eligieron Vilna para ambientar universos completamente distintos.

El equipo de Sisi, además, ha rodado aquí las cuatro temporadas de la serie. El talento local está acostumbrado a trabajar con grandes estudios: HBO, Netflix, BBC o Primark ya han confiado en ellos.

De hecho, el sector publicitario también ha encontrado en Vilna un plató ideal, con más de 70 anuncios rodados solo el año pasado para marcas como Kinder, Honda o Aldi.

Incentivos fiscales, turismo y una Film Office realmente útil

Pero el éxito de Vilna no se debe solo a sus calles fotogénicas. La desgravación del impuesto de sociedades permite a empresas lituanas financiar cine con importantes beneficios fiscales, una medida que ha incentivado el flujo de capital hacia la producción audiovisual.

La Vilnius Film Office, activa desde hace más de una década, es el engranaje clave de esta maquinaria: media entre cineastas y autoridades, acelera permisos, promueve buenas prácticas y visibiliza tanto la industria como las localizaciones.

Su trabajo ha favorecido no solo el rodaje, sino también el turismo. El público que visita Vilna puede recorrer los lugares donde se rodaron Stranger Things, Chernobyl o Catherine the Great, con rutas que conectan el imaginario audiovisual con el patrimonio urbano y natural.

La Film Office también organiza eventos y proyecciones para estrechar la relación entre cine e identidad local.

En octubre, Vilna estará en Shooting Locations Marketplace compartiendo su experiencia y mostrando por qué se ha convertido en un modelo europeo de ciudad film-friendly, capaz de combinar ambición internacional con agilidad local.

Para quien busca rodar sin límites y con garantías, Vilna no es una opción más: es una elección estratégica.