Esta quinta edición ha sido la más completa en cuanto a oferta expositiva, con incrementos en el número de empresas y marcas participantes, en superficie expositiva y en el catálogo de máquinas, equipos y servicios ofrecidos al agricultor y ganadero.

Esa diversidad se reflejó también en el perfil de los visitantes que acudieron a la feria: agricultores, ganaderos, cooperativas dedicadas a cultivos como la remolacha, el viñedo o la ganadería, pymes productoras de productos hortícolas, centros de investigación, universidades, empresas de trabajos agrícolas, etc.

El mapa de procedencia de los visitantes registrados en AGRARIA dibuja un mapa con la práctica totalidad de las comunidades autónomas españolas –a excepción de Canarias y Baleares- y países como Italia, Francia, Alemania, zonas de Portugal como la región Centro, Porto, Aveiro, Braganza, Barcelos, Lourinhã, etc., e incluso Cuba, a través de profesionales que trabajan en un proyecto del Instituto de Geografía Tropical denominado Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local (Basal).

El director general de la Feria de Valladolid, Juan Useros, ha señalado que AGRARIA es una feria en la que se compra y se vende, “de hecho varias máquinas de la exposición tenían colgado el cartel de vendido”, pero además es un foro de intercambio de conocimientos, “tanto en las conferencias que se desarrollan en los auditorios, donde intervienen expertos en asuntos de interés general, como en las conversaciones entre expositores y visitantes que, en definitiva, son encuentros de trabajo”.